Saludos (y la continuación del concurso de junio)

Esta es la primera nota en esta bitácora de emergencia. Bienvenidos. Vamos a ver qué tal nos va en este espacio… y para no perder más tiempo, aquí se reanuda el concurso #32 de Las historias, que comenzó el primero de junio.

Los interesados pueden comenzar observando esta imagen:

Instrucciones:
1) Suponer que esta imagen ilustra una historia.
2) Imaginar cuál es esa historia: qué está pasando allí, qué momento se anuncia, por qué, quiénes están allí, qué hacen.
3) Escribir la historia, en forma de cuento brevísimo (minificción), en los comentarios de esta misma nota.

El ganador será elegido tomando en cuenta la opinión de quienes decidan opinar, y recibirá un trofeo virtual. (Los concursantes deben dejar una dirección válida de correo electrónico, para poder recibir su premio.) La fecha límite para hacer propuestas es el 24 de junio. En este caso de emergencia se tomará en cuenta a los que hayan dejado participaciones en el sitio original y también a los que participen aquí.

Quedan invitados… y gracias por llegar hasta acá.

31 respuestas

  1. Agua… bendita

    -Aléjate, vampiro
    El vampiro ni se inmutó ante la botella cerrada y ella sujetándola del gollete.
    Entonces la chica lo agarró a botellazos.

  2. EL DIOS GUSANO.

    ¡Era muy religiosa!, tan religiosa que un buen día quiso encontrar a Dios dentro de una botella. Ya se lo habían dicho: “un alcohólico, tras beber en demasía, al final, durante el delirius tremens incluso puede ver a Dios”. Pero ella era inocente, tan inocente que hasta lo podíamos ver reflejado en su rostro; ese rostro que me hacía pensar en un ángel, en una virgen inmaculada…, y con esa inocencia religiosa, no se documentó, por el contrario, bebió todo el licor. Al final, bien peda levantó la botella casi vacía, y lo único que encontró fue un gusano muerto.

  3. Apenas era el primer día de vacaciones de aquel verano. La excursión la organizó Raúl, su papá poseía la cabaña cercana a aquel lugar boscoso donde tendimos nuestras casas de campaña y apenas acabamos nos metimos al riachuelo helado cuyas aguas nos llegaban apenas a las pantorrillas. Irma encontró esa botella vacía en el riachuelo y la arrojo hacia el campamento para jugar después aquel popular juego que me permitió, esa noche, darte el primer beso, al día siguiente nos hicimos novios, fuiste mi primer amor y yo fui el tuyo, lo sé, aunque ahora no me recuerdes.

  4. Era de esas muchachas que veían tu dedo cuando apuntabas al cielo. Y que tenían la repisa llena de muñecas y de manualidades; llena de listones rosas. Tú, que la espiabas detrás de libros gordos y viejos, y (no fuera que volteara) que volvías a tratar de hilar la última frase, y que tenías que comenzar desde el inicio de página no muy contento. Era de esas que se reía junto con otras de esas y hacía cosas de esas; muy como esas pero totalmente diferente a esas otras, y es que te saludaba todos los días como a todos esos y esas y aquéllos. Entonces te preguntaba al llegar ¿Cómo estás?, y se ponía al lado tuyo en la banca y pretendía interesarse (o quizá sí se interesaba, o tal vez sólo un poco) en cualquier cosa rara que te entretuviera por esos días: una mosca o un gusano; las momias de Guanajuato; los fenicios y las estampitas de historia; Agatha Christie y Sherlock Holmes, -y te preguntaba siempre dos cosas; y cuando podías se las respondías, aunque eso era lo menos seguido, y luego se iba, y tocaba la hora de irse a ningún lado, hasta el día siguiente.

    Y el día siguiente llegó, con una bolsa de papel. Oye, ¿adivina qué?, te preguntó emocionada y casi gritando, tanto, que sus amigas voltearon y los vieron juntos, haciendo sonrisitas. Entonces te pusiste rojo tomate y preferiste voltear al suelo y ajustar tus gafas, y ¿Qué cosa? dijiste. Entonces sacó del papel la botella vacía, y te asustaste, sin saber porqué. Sentiste miradas cuando se llevó la botella a los ojos, y luego: ¿OYE, Y ASÍ ES COMO TÚ VES? dijo, usando el telescopio de lente de fondo de botella, y tantas risas, y bueno, supongo que te entiendo, pero no te pongas así; entonces sí lloraste un poquito, casi nada, aclaro, pero suficiente para que se viera todo borroso, y pues le dijiste que Sí, así mero.

  5. Botellazos en el aire

    Quiso alejar el aire a su alrededor a botellazos y quedó en suspenso.

  6. Receta para evitar incomodidades menstruales:

    1- “Bosque Cenital” buscar.
    A través del vidrio etéreo mirar.
    Solo apuntando bien veras
    Las columnas del Agatha mártir
    Donde radica el mal de todas.

    2- Contén el haz de luz
    Y siente tu vientre sutil
    Remedar las heridas
    De una hada envidiosa.

    3- No te hagas ilusiones, pues
    Tu dolor bien sabes
    Es de todas y es de una
    Solo ten esto en cuenta:
    La sal y pimienta es a gusto.

  7. Fue en 1910. Jugaban en un bosque. Agarrando la botella del cuello, la joven entrecerraba los ojos y fingía no mirar a la piñata.
    Levantó el brazo, giró la muñeca y se detuvo en seco, maravillada ante el espectáculo de la estrella que surcaba, encendida, los restos de vino en la botella.
    Habían pasado casi ochenta años cuando mi abuela y yo observamos el cometa Halley desde su balcón.
    -Ya lo vi antes –me dijo-. Lo tuve un rato en una botella.

  8. Se cumplía ese dia un año. Aunque en ocasiones pensaba que ya lo habia olvidado (o mejor dicho, superado) siempre habia o sucedía algo que le hacía notar que en realidad eso no era así.

    El primer aniversario fue uno de esos casos. Así que apenas regresando de la escuela tomó una botella y se fue al patio a beberla. Ni siquiera la había visto, así que no supo que era lo que estaba a punto de beber (ni le importaba, ella solo pensaba en embriagarse).

    Despues de algunas horas, la botella estaba a punto de acabarse y ella, borracha. Intentó ponerse de pie y nubladamente pensó: -¿podré verte en el cielo si uso la botella como telescopio, Miguel?.

    Conforme se acomodaba la botella y volteaba su mirada al cielo, perdió el equilibrio y cayó al suelo. Comenzó a reir, despues a llorar y finalmente se quedó dormida.

  9. DIOS NO ES HOMBRE
    a todos nos hacen creer que el destino lo construimos nosotros mismos, nada mas falso que eso, es lo que siempre pensé, y eso pensaba cuando me dirigía hacia mi trabajo, en una oficina de correos ubicada en el centro de la ciudad, la rutina de todos los dias, en donde pensaba que hasta los paquetes y cartas de papel que llegan tenían mas suerte que yo mismo, pues tódos iran a lugares paradisíacos, misteriosos y exóticos del país y el planeta, mientras yo, un simple mortal de carne y hueso, con el sueldo de un burócrata no me alcanza mas que para irme una vez al año a oaxtepec, si bien me va.
    Ese día, uno como todos, igual al anterior y al anterior, llegué como siempre, puntual al trabajo, primero que todos, nada nuevo, a las 7:15, marqué la misma tarjeta de los ultimos veinte años, tan maltratada y desvencijada como mis esperanzas, como mi vida misma, llegué a pelear con mi viejo locker, al que se le atoraba la puerta de tanto uso y de lo maltratado y oxidado que ya estaba, era un milagro que aun estuviera de pie, y fue tódo lo que me dió tiempo de hacer, porque por el ruido de la lamina forcejeando, no advertí el estruendo que siguió en la estructura del edificio, aquel 19 de septiembre de 1985, y despues de eso ya no sentí nada, luego vino la obscuridad…..
    Despues del problema que significó que me atendiera un tal «san pedro» (lo que demuestra que hasta en el cielo hay burocrácia) por fin me pasaron a una antesala donde me dijeron que me atenderìa dios, no lo podìa creer, por fin lo conocerìa, siempre pensaba ¿como sera el? ¿su rostro se parecerà a la imagen que tenìa mi abuelita en la repisa de su cabecera?, aquella donde le prendia todos los dias una veladora y que una noche, mientras ella dormia se cayò llevandose a mi abuelita con todo y su casa, lo primero que voy a hacer es buscarla para pedirle perdon por no ponerle el clavo que se le zafò a su repisa y preferì salir a jugar futbol,»primero dios lo harè mañana,como ella dice», pero para ella ya no habia mañana, y pues se me adelantò, y tambien por lo que le dije una vez cuando viendo ese cuadro me hablaba de dios y le dije que el a veces parecìa vieja pues siempre quiere que hagamos su santa voluntad y cuando no lo hacemos, nos hace un mega-panchote como si estuvieramos dentro de una botella y nos zangoloteara hasta que le hicieramos caso, esa vez me ganè mis buenos azotes con el volteador de tortillas caliente en mis asentaderas, pero bueno, solo dije lo que pensè, eso harè en cuanto la vea, pero ahora,»primero dios», como ella decìa.
    De repente, el cielo se abriò, una luz muy intensa bañò todo el lugar donde yo estaba, no podìa ni abrir los ojos de lo intensa que era, sòlo escuchè unos pasos que se acercaban hacia mi, y cuando por fin los pude abrir, no podìa creer lo que estaba viendo, ante mì estaba la mujer màs hermosa que hubiera visto en mi vida, y que con una dulce y celestial voz me decìa:
    EN un momento estoy contigo, solo termino de agitar esta botella, en donde estàn las almas de los capitalinos de mexico y te atiendo…..

  10. Hasta este momento el cuento que me parese mejor es «El Dios Gusano»

  11. El minicuento del Dios Gusano, me parece formidable, de alguna forma plasma su ironia hacia los ingenuos creyentes, que siguiendo como corderos una creencia lo unico que encuentran es decepcionarse de la vida, al no encontrar lo que busca.

  12. Si «El Dios Gusano» es el mejor ya que de alguna forma plasma su ironia hacia los ingenuos creyentes, que siguiendo como corderos una creencia lo unico que encuentran es decepcionarce de la vida, al no encontrar lo que buscan.

  13. A mi me gusta el de Gabriel

    ——————————-

    Mira, te doy esta de vodka, no no te enojes, te la doy si hacemos la película. Si no lo haces jamás me darán el papel. Es toda tuya si me subes hasta el Empire State. Anda, por favor.

  14. Ah ya leí los del otro. Z es como Maradona que viene a jugar con los chicos del barrio pero está buena su minificción; la primera es la que más me gusta.

  15. Comenzó a desear, y así empezó todo. Ahora reclama más y más vino. Lo menos que solía esperarse de una estatua es que no se moviera.

  16. __¿cuál es tu deseo, mi ama?
    Dijo el genio desde las alturas, ebrio tras ingerir toda la botella, mientras no podía contener una irremediable meada.

  17. Alucinar

    Ayer tocó a mi puerta un hombre de aspecto anticuado. Su cara tenía grandes surcos de donde salía una abundante barba del color de la ceniza. Aún no terminaba de observarlo cuando me dijo que no era vendedor pero me traía un artículo que seguramente me interesaba. No supe de dónde sacó una caja de madera con manchas de grasa oscurecidas por el tiempo y antes de abrirla lo detuve para que no ocntinuara. Pareció no importarle mi deseo y siguió hablando sin interrupciones, después abrió la caja que tenía dentro una botella de vodka igual al que yo tomaba cuando me quedaba sola. Sorprendida por la coincidencia, la saqué para observarla con detenimiento y el hombre desapareció. Después la bebí como si no existiera el agua hasta agotar el líquido. Hoy comprobé que el extraño no menía… el bosque me rodea y la alegría no me abandona. Mi mano izquierda puede tocar la luna que ubico en el lugar preciso a través del forndo vacío de la botella.

  18. La chica de enseguida

    Desde la terraza él le hacia señas, quería la botella para guardarla como un recuerdo de aquella tarde donde compartieron vino y besos de primera cita. Ella pensaba en tirarla a la basura de camino a la casa contigua, la casa de ella. Pero para él nada era trivial, conservaría la botella para alguna futura cena romántica en esa misma terraza, una vela ocuparía el lugar reservado al corcho. Algún día, no muy lejano, ella, la chica de enseguida se entregaría a él, no podía estar equivocado, lo veía en sus ojos, en su sonrisa.

    Por la mente de ella se asomó la posibilidad de golpearlo accidentalmente, seria un buen pretexto para regresar y seguir con él, sanando esa inocente herida que el amor propiciaría. Tiró la botella con fuerza. Él estaba concentrado en su corazón, sus manos no reaccionaron y la botella tronó fatal en el cráneo.

  19. Está preocupada. Tiene miedo de que al quebrar el panal de abejas se rompa la botella y le caiga algún cristal encima. Verán ella es inmune a las abejas, le huyen, y las que están dentro no saben lo que les espera. Están dormidas. la chica flamenca es sorda y como todo mundo sabe el que no oye el zumbido de las abejas no tiene nada que temer: las abejas al sentirse ignoradas enloquecen, se pican a sí mismas. Como alacranes suicidas. Lo peor de todo es que la chica flamenca, ¡es también como una abeja!, no se da cuenta de la mano negra que está apunto de aplastarla en su puño, pobre tierna mosca flamenca…

  20. Jonás despierta, yace recostado bajo los árboles que cubren del sol, la estructura de su desnudo incompleto, él mira con asombro y desesperación, la ausencia de su sexo.

    La pieza mas importante de su rompecabezas físico, a sido hurtado por Humara, una prostituta que practica la brujería.

    La maldición cayó sobre Jonás aquel día, en aquel bosque donde su estado ebrio lo condujo hacia los dominios de humara (la bruja) la ultima mujer sobre la tierra. En ese momento Jonás se presenta ante ella, discuten y cierran el trato. Los dos a ras del suelo se desnudan y se sumergen en el placer, pasaron escasos cinco minutos, Humara se levanta, se viste molesta por la impotencia sexual de Jonás, que tras minúsculos intentos por encarnar la erección en él, sus esfuerzos se vieron mutílalos por la debilidad, y el alcohol, sin poder extraer el orgasmo como se había acordado en el encuentro.

    Humara insatisfecha, decepcionada, espera que Jonás quede completamente rendido. Después de unos instantes de espera toma con sus manos el miembro grande y grueso, cortándolo de un jalón, exiliándolo por completo del cuerpo, transformándolo enseguida en una botella de cristal, donde ella observa con asombro la estructura, y cada detalle de la maquinaria del sexo masculino.

    Humara hermosa masa rubia de formas exóticas, tapizada por el blanco y el oscuro que detallan mas sus gestos indecentes y movimientos místicos. Ella resguarda entre la palma de su mano, donde sus dedos enraizados aplican la fuerza, y apresan con placer el sexo de cristal en forma de botella, donde los estados vitales del espíritu, cuerpo, y mente se conjugan, se mezclan y se adentran en esa mutación cristalina en poder de Humara, donde la existencia de Jonás agoniza sus manos.

    Ella buscó la inmortalidad en él, y la sensación de sentir las expresiones del orgasmo, y la inmortalidad. Ella se entregó a una sombra estéril, y morirá si no consigue un orgasmo antes de que Jonás la encuentre.

    Humara descendió al infierno de la vírgenes, incrustando entre su sexo el miembro de cristal, para ocultarlo de la vista de las vírgenes. Camino largos terrenos de vegetación antes de llegar se detuvo por una sensación profunda que recorría todo su cuerpo, saco el miembro en forma de botella de su sexo, e instantáneamente un desborde orgásmico la sedujo y la arrastro a la inmortalidad. Al ver que Jonás había contribuido indirectamente a sentir su primer orgasmo. Toma la botella, la levanta a ras de su mirada y la envía al infierno de las vírgenes donde esperan miles de mujeres ser satisfechas y así ser inmortales,

    Jonás entra al infierno en busca de su sexo, sin saber que se resguarda entre centenares de mujeres.
    Después de largo tiempo de búsqueda intensa, y sin haber localizado su miembro, Jonás agoniza en completa soledad ,entre un espejo viendo su desnudo, y detallando con su mirada la ausencia de su miembro, y de su sentido a existir.

    Jonás se levanta agitado de su cama, y corre hacia el baño, frente al espejo se refleja y desesperado baja su ropa interior notando…

    El sueño y nuestros miedos forman una irrealidad casi real.

    La importancia de vivir en la sombra asfixiante del sexo.

    http://www.jorgesolana.blogspot.com

  21. LOCURA

    –¡Oh, Dios! ¿Por qué me has abandonado? –Murmuró la mucha al tiempo que blandía la botella por el aire queriendo alejar los demonios que regresaban de nuevo.

    A orden del doctor, los enfermeros la sujetaron y la metieron en una camisa de fuerza hasta nuevo aviso.

    Pasaron minutos, horas, días, semanas, meses, años…, y los demonios no se fueron. Yo me cansé de esperar.

    Pero ahora, después de tanto tiempo, regreso a ver a la muchacha que tanto quise, de la que nunca me pude desprender, a la que siempre me hablaba de demonios, duendes y seres alados. Estoy aquí, en esta fría sala, esperando ser conducido a su celda. Los nervios me consumen, ¿cómo será la vida allí dentro? Mientras espero me ha llamado poderosamente la atención un hecho: justo en el centro de la sala hay un platón con limones viejos. No puedo quitar la vista de ellos…, veo…, veo…, sigo viendo…

  22. Juegos Perversos

    ¡Mmmhh! El tamaño, ¿será el adecuado…?

  23. Con delicado y gracioso gesto levanta la botella abandonada. Mientras contempla el fondo cristalino a la última luz del día, una sonrisa sobria se dibuja en el rostro de la dríade: el preludio de la ebria alegría por venir.

    Cuántas veces habían bailado ella y sus hermanas en aquél lugar que sólo ellas conocían, ocultas a la vista de los hombres que celebraban, a su vez, sus propios ritos indescifrables tan cerca de ahí, y ella, al final de la inmemorial ceremonia que se extinguía con el crepúsculo de los bosques, se había demorado unos momentos más, rezagada de sus congéneres, para aproximarse sigilosamente a ese otro lugar de reunión entre los árboles, esperando, silenciosa, entre las sombras espesas hasta que los hombres finalmente partían con sus voces y sus risas, y ella entraba en el claro, aún vibrante con el rocío de esa otra presencia como las hojas de los árboles después de la tempestad, y recogía la botella.

    Levantaba entonces el licor, y, bebiendo sin prisa los restos, dejaba que ese desconocido pero irresistible hechizo líquido la penetrara con ardiente suavidad, haciéndola evocar de nuevo las danzas y las canciones de sus hermanas y, más sorprendente aún, las de los propios hombres que había atisbado desde las sombras. Y así, en la última hora de la tarde, la Ninfa, poseída ya de una conciencia sagrada, vuelve a bailar celebrando, sin saberlo, la secreta comunión de ambas existencias.

  24. Disculpen, no sé si se valga, pero vuelvo a colocar la misma historia, pero sin una frase final que creo sale sobrando. Quizá no sea para tanto, pero me deja con el gusanito de la incomodidad. La versión final es esta:

    Con delicado y gracioso gesto levanta la botella abandonada. Mientras contempla el fondo cristalino a la última luz del día, una sonrisa sobria se dibuja en el rostro de la dríade: el preludio de la ebria alegría por venir.

    Cuántas veces habían bailado ella y sus hermanas en aquél lugar que sólo ellas conocían, ocultas a la vista de los hombres que celebraban, a su vez, sus propios ritos indescifrables tan cerca de ahí, y ella, al final de la inmemorial ceremonia que se extinguía con el crepúsculo de los bosques, se había demorado unos momentos más, rezagada de sus congéneres, para aproximarse sigilosamente a ese otro lugar de reunión entre los árboles, esperando, silenciosa, entre las sombras espesas hasta que los hombres finalmente partían con sus voces y sus risas, y ella entraba en el claro, aún vibrante con el rocío de esa otra presencia como las hojas de los árboles después de la tempestad, y recogía la botella.

    Levantaba entonces el licor, y, bebiendo sin prisa los restos, dejaba que ese desconocido pero irresistible hechizo líquido la penetrara con ardiente suavidad, haciéndola evocar de nuevo las danzas y las canciones de sus hermanas y, más sorprendente aún, las de los propios hombres que había atisbado desde la penumbra. Y así, en la última hora de la tarde, la Ninfa vuelve a bailar celebrando, sin saberlo, la secreta comunión de ambas existencias.

  25. Me gusta locura, es bueno, pienso que un poco largo para ser minificción, pero muy bien escrito.

  26. De vez en cuando, conviene consultar con la botella tópicos de trascendencia. ¿Me caso con éste o con aquél? Desde luego que la botella no tendrá la respuesta; sólo la inducirá, pero hasta que su contenido se haya vaciado por completo.

  27. La ley de Weiss

    Tanja Weiss deseaba morder una manzana, caer en un profundo sueño y esperar a su hombre ideal, pero el árbol sólo dejó caer de sus ramas una botella de cristal. Ella alcanzó a detener el fruto antes de que éste tocara el pasto. La ausencia del choque de la fruta contra su cabeza llevó a su mente: …549* 75123887*∞… y por fin… La teoría de Weiss: La falta de lectura en los árboles frutales provoca la escasez de finales felices. Gracias a la proliferación de finales infelices en los libros de cuentos, la teoría pudo ser comprobada y convertida en una ley en todos los libros de ciencias.

  28. La figura dibujada en el caleidoscopio no podía dejar de contemplar maravillada aquel iris que con su caleidoscópico diseño se divertía mientras jugaba a transformarse en ella.

  29. Hola a todos. Con este comentario se cierra el concurso de junio. Participarán tanto los textos dejados aquí como los que aparecen en Las historias. Gracias y hasta pronto.

  30. Hola a todos. He aquí los resultados del concurso de junio, y también mi agradecimiento por venir hasta acá y continuar participando. Luego de los resultados, un par de avisos:

    El ganador del mes es el cuento sin título de Gabriel, por su visión melancólica que a la vez logra no ser sensiblera y quedar sumamente condensada.

    Reciben menciones el cuento sin título de Jorge Octavio Ocaranza (haría falta un título: ¿pensabas en la estatua consciente de Condillac?, de ser así tal vez podría servirte algo que se refiriera a la idea) y el también sin título de María.

    Recibe una mención adicional, y muy especial, el cuento «Advertencia» de Z, quien no es otro que José Luis Zárate, excelente narrador mexicano y además, en últimas fechas, uno de nuestros mejores y más constantes autores de minificciones, como puede verse en su blog «Cuenta atrás» y en su página de Twitter (de más está decir que los invito a seguir a José Luis en cualquiera de estos sitios).

    Los avisos: primero, el concurso de julio aparecerá aquí, en «Las historias en el exilio», mañana. Segundo, la razón es que el blog de «Las historias» ya está reparado, pero vamos a aprovechar esta pausa para actualizarlo a la más nueva versión de WordPress y rediseñar la plantilla. Desde aquí mando mi agradecimiento a Ángel de Anda, nuestro sufrido webmaster…, y desde luego, como ya decía, a todos ustedes. Hasta mañana.

  31. Desde las calle modadas de guadalajara…
    Maestro Chimnal, un abrazo!

    Por cierto que no pensaba en Condillac, si no en las estatuas vivas de Curzio Malaparte ( de pequeño Curzio establece lejanos caminos de sangre que le concetan con la sangre de otros hombres, incluso con la sangre que él pensaba llevaban en su interior las estatuas, lo cual tiene un dejo fascinante de horror ) La sangre,quizás aquello que más afirma y distingue nuestra singularidad en el mundo.

    También pensaba en la famosa frase de Salvador Dalí respecto a su repulsión por los mobile de Alexander Calder. Para Dalí un mobile es el colmo de la escultura moderna aberrante. En fin, Salvador Dalí.

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